INFORME SEMESTRAL ENERO – JUNIO 2016 | ¿ESTE ES EL FIN?

SISTEMA DE INFORMACIÓN SOBRE AGRESIONES CONTRA DEFENSORAS Y DEFENSORES DE DERECHOS HUMANOS EN COLOMBIA SIADDHH

El establecimiento colombiano ha pretendido posicionar en la opinión pública, que el día que se acabe la guerra, con ella se finalizarán muchos problemas que aquejan al país, pues ha endilgado al conflicto armado gran parte de dichas problemáticas. Nada más lejano a la realidad, dado que fenómenos como la corrupción, el clientelismo, la inequidad, el saqueo de los recursos naturales, la muerte diaria por falta de atención en salud, la exclusión, la pobreza, entre muchos, no son resultados del conflicto armado, y por el contrario, han alimentado las razones de existencia del mismo, entonces ¿por qué han de desaparecer?

Pero bien, en gracia de continuar la senda de construcción de paz en que nos encontramos comprometidos el movimiento social y de derechos humanos, insistimos que la firma de los acuerdos de la Mesa de la Habana con las FARC y ojalá, la instalación pública de la Mesa de Quito con el ELN, son pasos sustanciales para ello, de ahí que diremos sin dudar: SI en el plebiscito. Y es en esta ruta donde los defensores y defensoras de los derechos humanos son pieza clave ya que desde siempre han abogado por una salida negociada al conflicto además de ser los primeros promotores de la paz en Colombia.

Así las cosas y en medio de este contexto de negociación, los defensores siguen soportando una constante agresión a su labor como lo muestran las cifras, especialmente el asesinato de defensores de derechos humanos en diversos territorios del país. Con pena registramos la muerte de 35 activistas en los primeros seis meses de este año, muy a pesar de los anuncios hechos por el gobierno para contrarrestar dicha situación y la creación de instancias súper especiales y de alto nivel.

Este panorama, desarrollado en detalle en el presente informe, evidencia que la violencia contra el liderazgo social del país no está asociado exclusivamente al conflicto armado, sin desconocer su incidencia, pues contrariamente a los bajos índices de confrontación armada y sus impactos en la población; las agresiones se mantienen o incrementan en algunos aspectos, lo cual advierte que la negociación del conflicto armado no significará la mejoría en los riesgos para los y las defensoras de derechos humanos, algo preocupante.

A lo anterior se suman otras preocupaciones asociadas al papel de la Fiscalía General de la Nación y las investigaciones que adelanta en relación a homicidios de defensores de derechos humanos. Mucho se ha luchado para que el ente investigador muestre resultados en esta materia. Muy poco se ha logrado, pero hay una ruta trazada para avanzar, presionada desde las organizaciones y acompañadas por la comunidad internacional. Sin embargo, ante la llegada del fiscal surge la duda de si este nuevo funcionario dará continuidad a las rutas construidas en la Fiscalía a favor de los defensores.

Por otro lado, hay que destacar que el gobierno sigue dando “palos de ciego” en materia de protección, sin avanzar mucho en políticas de garantías, como búsqueda mayor. Como se documenta en el presente informe es preocupante que la UNP no logre estabilizarse completamente en su funcionamiento y siga dando de qué hablar sus procedimientos y contratos más aún con la enorme responsabilidad que él fue endilgada desde los acuerdos de La Habana en la que se estableció que será esta entidad la encargada de darle protección a las FARC en el post acuerdo usando las mismas prácticas de exclusiva protección material que hemos criticado en el pasado. Insistimos en que no es el incremento de mecanismos físicos e individuales, la que protegerá a los colombianos y colombianas de morir bajo las balas, sino las garantías reales para ejercer su labor de defensa de derechos humanos y liderazgo social.

Con este preámbulo presentamos el informe semestral 2016 del Programa Somos Defensores titulado ¿Este es el Fin? trata de condensar una pregunta reinante en el movimiento social y es acerca de si este es el verdadero fin de la guerra y de la violencia contra defensores; esta pregunta está acompañada de un panorama de la situación de riesgo, agresiones contra líderes sociales y seguimiento a la política en materia de protección a defensores de derechos humanos; pero ante todo, un reconocimiento a cada una de las personas asesinadas sus territorios y cuyos vacíos inmensos en sus comunidades y familias, no nos cansamos de deplorar y exigir justicia.

Agradecemos el apoyo técnico al SIADDHH proporcionado por el CINEP; así como el apoyo de las plataformas de derechos humanos, paz y desarrollo como la CCEEU y otras organizaciones y redes de derechos humanos como el MOVICE y CPDH entre otros con información que nutre nuestro informe. Especial agradecimiento a la Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos en Colombia OACNUDH. También agradecemos el apoyo financiero de la Real Embajada de Noruega en Colombia y las agencias de cooperación internacional DIAKONIA, MISEREOR, Terre des Hommes Schweiz y Oxfam Intermon pues su apoyo fue fundamental para la realización de este Informe.