INFORME ANUAL 2017 | PIEDRA EN EL ZAPATO

SISTEMA DE INFORMACIÓN SOBRE AGRESIONES CONTRA DEFENSORAS Y DEFENSORES DE DERECHOS HUMANOS EN COLOMBIA SIADDHH

Claroscuro, así titulamos el informe anual del 2011, tras el primer año de gobierno del presidente Juan Manuel Santos, quien empezó componiendo los puentes rotos dejados por su antecesor. En él reconocíamos el tono ponderado, reconciliador y político del nuevo presidente que contrastaba con la agresividad del anterior. Igualmente hacíamos referencia al reconocimiento del conflicto armado, que sin duda habría el camino para las negociaciones de paz, y al paquete normativo en relación a protección, derechos humanos y ley de víctimas y restitución de tierras.  En resumen, el panorama empezaba a ser más claro y alentador. En contraste, muchas situaciones en las regiones, y especialmente para los movimientos sociales y de DDHH, seguía siendo difícil, exacerbación del conflicto armado, militarización de territorios, auge de grupos sucesores del paramilitarismo, amenazas y demás. Es decir, la oscuridad permanecía.

Hoy, terminando el segundo mandato del presidente Santos, el panorama puede seguir con el mismo calificativo: Claroscuro. Efectivamente el Acuerdo de Paz con las FARC, su incorporación a la vida política legal, los índices de violencia más bajos en la historia del país, la Mesa de Diálogos con el ELN, la sensibilidad nacional frente a la corrupción, el ánimo de la gente para salir a llenar las plazas públicas pidiendo un cambio y las muchas investigaciones que se mueven en los estrados judiciales, a pesar también de la corrupción; son motivos de mantener la esperanza y el ánimo para seguir buscando la tan anhelada paz en Colombia.

No obstante, la oscuridad persiste en el panorama nacional y se convierte en espejos rotos que se reflejan de manera negativa en muchos territorios, empañando la posibilidad de ver la luz: el incumplimiento de los Acuerdos de Paz por parte del Estado colombiano, la negación de la clase política tradicional a la apertura democrática, el extractivismo a ultranza de los bienes naturales a pesar del cambio climático, la corrupción de las élites políticas y económicas del país, la cultura del odio exacerbada por sectores de extrema derecha que conducen al país a una polarización sin retorno, pero sobre todo, el asesinato de líderes y lideresas sociales.

Sin duda, para quienes hacemos seguimiento y observación a las agresiones contra defensores y defensoras de DDHH en Colombia, el año 2017 fue el más crítico en los 7 años de mandato del actual presidente. Así lo testifican las diferentes cifras que abundan en el contexto. Tal grado de agresividad contra estos activistas, es ciertamente muy grave, y además de preocupar al movimiento de DDHH, a investigadores, comunidad internacional y sectores sensibles al fenómeno, se convirtió en una PIEDRA EN EL ZAPATO del Gobierno Nacional en el marco de su política de paz. Pero si se lee desde otra arista, también es una oportunidad para hacer causa común y centrar el foco en este fenómeno para superarlo.

En consecuencia y como aporte a esta búsqueda mayor, el presente informe PIEDRA EN EL ZAPATO, analiza la situación de lo acontecido durante el 2017 en esta materia, en varios sentidos: un primer capítulo muestra en cifras, desde las diferentes fuentes de información la situación de riesgo en que viven los activistas de DDHH en el país. Un segundo apartado con un resumen de las diferentes normativas para la seguridad y protección, surgidas de los acuerdos de paz y que, de implementarse, son una oportunidad para cerrar este capítulo oscuro de la vida nacional. Un tercer acápite que lee de manera crítica los resultados de las diferentes instancias gubernamentales y estatales en relación a la problemática. Una cuarta sección donde se advierte que esta situación de crudeza, odio y estigmatización que recae particularmente sobre el liderazgo social y popular del país, ya lo hemos vivido y no puede repetirse, más aún en un contexto de búsqueda de la paz. El quinto apartado recoge la memoria de 20 años de la Declaración de Naciones Unidas sobre defensores de DDHH, que coincide también con las dos décadas que lleva el Estado colombiano tratando de proteger a estos activistas con rutas normativas y físicas.

Por último, la sección donde se desglosan las cifras sobre agresiones a defensores y defensoras de DDHH durante el 2017, analizadas desde el Sistema de Información, que dan cuenta, parcialmente, de la situación.

Pero como lo decimos en algún momento, un aspecto positivo de este oscuro panorama, es la sensibilidad frente al fenómeno desde los medios de comunicación, entre ellos, los caricaturistas, quienes desde la estética del humor e imágenes contundentes grafican dicha realidad y sensibilizan a la opinión pública. Por ello este Informe LA PIEDRA EN EL ZAPATO cuenta con la invaluable colaboración de varios artistas de este género periodístico, quienes de manera solidaria apoyan la causa de los y las defensoras de DDHH. Así pues, un agradecimiento especial a Julio César González – MATADOR, Pablo Pérez – ALTAIS, Carlos Arturo Romero, Marco Pinto, Harold Trujillo – CHÓCOLO y a Cecilia Ramos – LA CHÉ.

Agradecemos igualmente el apoyo técnico al SIADDHH proporcionado por el Centro de Investigación y Educación Popular  CINEP y la Comisión Colombiana de Juristas  CCJ; así como el soporte de la plataforma de derechos humanos Coordinación Colombia Europa Estados Unidos  CCEEU, al Movimiento de Víctimas de Crímenes de Estado  MOVICE, a Colombia Diversa, a Marcha Patriótica, al Congreso de los Pueblos, a la Cumbre Agraria, Campesina Étnica y Popular y a la Organización Indígena de Colombia  ONIC, por la información que nutre nuestro informe. Especial agradecimiento a la Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos en Colombia – OACNUDH, a la Defensoría del Pueblo y al Instituto Kroc.

También un reconocimiento especial y sincero a la Real Embajada de Noruega en Colombia, por su indudable apoyo político y financiero, y las agencias de cooperación internacional DIAKONIA Suecia, MISEREOR Alemania y Terre des Hommes – Schweiz, pues su apoyo fue fundamental para la realización de este Informe.