SISTEMA DE INFORMACIÓN SOBRE AGRESIONES CONTRA DEFENSORAS Y DEFENSORES DE DERECHOS HUMANOS EN COLOMBIA SIADDHH
La elaboración de este informe anual 2021, coincidió con la recta final del gobierno de Iván Duque, periodo en el cual el panorama de violencia ejercida contra las personas defensoras de derechos continúo agravándose en medio de un visible deterioro de la situación de derechos humanos a lo largo y ancho del país.
Después de mucho pensarlo decidimos titular este informe como Teatro de Sombras, por considerar que define muy bien lo que vivimos en estos cuatro años frente a las agresiones contra las personas defensoras de derechos humanos, ya que estamos frente a una puesta en escena en la que a través de efectos se proyecta una imagen muy diferente a lo que sucede en la realidad.
En esta puesta en escena estatal, la llamada paz con legalidad simula la implementación del acuerdo final de paz, cuando la realidad es que lo desvirtúa; se distorsionan frecuentemente las cifras de agresiones a las personas defensoras queriendo mostrar disminución cuando hay aumento; se proporciona a la opinión pública cifras elevadas de esclarecimiento en los asesinatos contra personas defensoras que en la realidad corresponden a avances en las investigaciones; se nos presentan frecuentemente los golpes a cabecillas de organizaciones criminales como el fin de tales estructuras, cuando en realidad no paran de crecer numéricamente y de expandirse territorialmente; se nos presenta un documento CONPES como la política pública de garantías, cuando en realidad es un Plan de Acción Oportuna (PAO) remozado; como si todo lo anterior fuera poco, nos siguen presentando como una democracia fuerte, cuando la realidad de su deterioro es evidente, entre otros por la falta de una actuación acorde con sus mandatos constitucionales por parte de entes de investigación y control como la Procuraduría General de la Nación, la Defensoría del Pueblo y la Fiscalía General de la Nación cuyo quehacer en la realidad se mueve al compás del gobierno.
En este teatro de sombras en el que se mueve la dramática realidad colombiana, las agresiones a las personas defensoras de los derechos humanos nuevamente muestran un incremento. Novecientas noventa y seis (996) agresiones individuales registró el Programa Somos Defensores en el 2021, la cifra más alta documentada por nuestro Sistema de Información desde 2010, asunto que ha sido reiterativo informe tras informe en estos últimos años. Cada año pensamos que nuestros registros han llegado al límite del horror, pero no es así, las acciones violentas tienden a incrementarse. Las 996 agresiones del año 2021 equivalen a la ocurrencia, en promedio, de casi tres agresiones por día.
El presente informe, siguiendo la perspectiva teatral que lo inspira, se divide en 4 actos: en el primer acto titulado La forma de las sombras se abordan algunos elementos considerados relevantes en la reconfiguración de las dinámicas del conflicto que se vive en varias regiones del país, adoptando en algunas la gigantesca sombra de crisis humanitarias que se hicieron recurrentes durante el 2021. En contraste, se evidencia una respuesta estatal centrada fundamentalmente en acciones para atacar figuras de organizaciones criminales consideradas de alto valor, que según informe de derechos humanos del Ministerio de Defensa muestra como resultado la afectación de 8 estructuras criminales y delincuenciales, que en realidad no han significado su desmantelamiento como aparato criminal, pero sí implicado espectaculares operativos que no han tomado en cuenta medidas de protección para las comunidades y liderazgos presentes que han derivado, en algunos casos, en un incremento de los riesgos.
En consecuencia, las dinámicas de reconfiguración del conflicto que comportan una geometría variable a escala territorial, mutaciones y alianzas entre las distintas estructuras armadas que resultan difícil de seguir, mientras se mantiene invariable en cuanto al alto grado de riesgo y victimización de las comunidades, distintas expresiones sociales presentes en los territorios y sus liderazgos. En el entretanto, concluye el informe en este apartado, la respuesta gubernamental repite viejas recetas y los aparatos de poder que se mueven detrás de estas estructuras armadas al mar gen de la ley permanecen incólumes en defensa de sus intereses y proyectos económicos.
En este acto se aborda también la ampliación de las modalidades de participación política como uno de los objetivos planteados en el Acuerdo de Paz, pieza fundamental para un fortalecimiento democrático desde y para los territorios que se encuentra en riesgo, al igual que los liderazgos desde el compromiso con sus comunidades y organizaciones sociales. Concretamente, se hace referencia a los riesgos y obstáculos de importantes procesos de elección que se produjeron o gestaron en el 2021, como la realización de las aplazadas elecciones de los miembros de las Juntas de Acción Comunal, la elección de los miembros a los Concejos de Juventud y la histórica elección por primera vez de los representantes de las víctimas a la Cámara de Representantes en el marco de las Circunscripciones Especiales de Paz previstas en el Acuerdo de Paz y efectuadas el 13 de marzo de este año, dejando un sabor agridulce como consecuencia de toda suerte de obstáculos y riesgos que señala este informe.
El segundo acto del informe se titula El absurdo y dedica un amplio análisis a lo absurdo que resulta que la expedición del CONPES 4063 se le considere la Política Pública de Garantías y Respeto a la Labor de Defensa de los Derechos Humanos y el Liderazgo Social, cuando en realidad, plantea el informe, no está hecha para detener la violencia y criminalidad contra las personas defensoras; es una versión ampliada del Plan de Acción Oportuna PAO y lo mantiene como la columna vertebral de la política de protección; no es una política enfocada a las garantías, sino a la protección física y material y, además, no incorpora un enfoque de derechos humanos; tampoco tuvo en cuenta importantes y reconocidos espacios de participación como el proceso de la Mesa Nacional de Garantías del que hacen parte las principales plataformas de derechos humanos del país.
En este acto también se llama la atención sobre la falta de transparencia en la información sobre la implementación del Decreto 660 de 2018 relativo a programas de protección colectiva e, igualmente, a cómo las reformas introducidas al Programa de Protección estatal en cabeza de la UNP están en clave de una política de austeridad, más que de avanzar en superar las limitaciones que presenta el modelo actual con miras a superar la visión marcadamente individual y de otorgamiento de medidas materiales que lo caracteriza.
El tercer acto se denomina ¿Qué hay detrás del telón? y hace referencia a cuál ha sido el comportamiento de los entes de control e investigación como la Procuraduría General de la Nación, la Defensoría del Pueblo y la Fiscalía General de la Nación durante el 2021, poniendo de manifiesto los pobres resultados de su actuación frente a la grave situación de agresiones que enfrentan las personas defensoras en el ejercicio de su labor.
Se subraya cómo esta falta de una adecuada respuesta estatal de los entes de control e investigación no solamente genera un deterioro de la democracia a la que ya se ha referido el Programa en informes anteriores, sino también una pérdida de confianza de la ciudadanía frente a ellos que contribuye a reforzar el silenciamiento de las comunidades y organizaciones sociales en algunos territorios en los que actores armados buscan imponerse favoreciendo así sus pretensiones.
En el cuarto acto llamado Oscuridad se presentan, como es habitual, los datos referidos al comportamiento de las agresiones contra las personas defensoras de derechos humanos que el Sistema de Información del Programa Somos Defensores pudo verificar. Como siempre se advierte, los datos que se presentan no tienen la pretensión de mostrarse como la totalidad de las agresiones cometidas durante el periodo, sino que son aquellos conocidos y confirmados directamente por el Programa. Justamente el agravamiento de la situación en múltiples territorios del país afecta el proceso de verificación de los casos y, por ende, puede persistir el subregistro en materia de agresiones.
No obstante, los datos analizados son contundentes en cuanto el agravamiento del panorama general de agresiones durante el año 2021, verificamos 996 agresiones individuales, lo que significa un incremento del 3% en relación con el año anterior. En este marco es importante llamar la atención sobre el aumento de determinadas agresiones como las detenciones arbitrarias con un aumento del 73% y los robos de información con un incremento del 225%; las amenazas y los atentados, al igual que en periodos anteriores, continúan en aumento.
Algo más del 75% de las agresiones se concentran en 9 departamentos del país y en Bogotá Distrito Capital. El departamento del Cauca mantiene la preocupante tendencia sostenida en los últimos 5 años de ser la región donde más agresiones se cometen contra los liderazgos sociales. 84 de las agresiones registradas se produjeron en territorios considerados Zonas de Intervención Integral ZEII en las que la seguridad ha sido reforzada con mayor presencia de pie de fuerza.
Los activistas o defensores de derechos humanos ocupan el primer lugar como la categoría más agredida, con un notable incremento del 62% en relación con el periodo anterior, lo cual es poco usual y tiene que ver con el papel desempeñado por estos activistas en el marco de las movilizaciones durante el Paro Nacional.
Aunque la información verificada por el Sistema de información del Programa indica una reducción de los asesinatos del 30% en comparación con el 2020, sigue siendo muy preocupante que la ocurrencia de estos oscile por mes entre 9 y 19.
Es importante anotar al respecto el incremento de un 4% de los asesinatos de lideresas sociales. De otro lado, los integrantes de las Juntas de Acción Comunal y los liderazgos indígenas comparten el primer lugar en el número de asesinatos.
Al presentar este informe en medio de una coyuntura electoral de cambio presidencial, esperamos que llame la atención para que los distintos aspirantes tomen nota sobre la importancia de incluir en sus programas de gobierno el tema de garantías para el ejercicio de la labor de las personas defensoras de derechos humanos.
Finalmente, solo nos resta en esta presentación expresar nuestro profundo agradecimiento como equipo del Programa Somos Defensores a todas las personas y organizaciones y agencias de cooperación que siguen creyendo en la importancia de nuestro trabajo y en valor de los informes que elaboramos.
Un especial agradecimiento a todos aquellos que nos suministraron información para la realización de este informe especialmente al Sistema de Alertas Tempranas SAT de la Defensoría del Pueblo, Campaña Defender la Libertad Asunto de Todxs, Temblores ONG (plataforma Grita), Comisión Colombiana de Juristas –CCJ, Oficina en Colombia de la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, CINEP, Coordinación Colombia-Europa-Estados Unidos, Asociación de Cabildos Indígenas del Norte del Cauca, Territorios por Vida Digna, Comité Cívico por los Derechos Humanos del Meta, Fundación Sumapaz, OBSURDH, Colombia Diversa, Fundación Desarrollo y Paz FUNDEPAZ, Juventud Rebelde, Sisma Mujer, Corporación para el Desarrollo Regional, Fundación de Derechos Humanos Joel Sierra, Cordoberxia, Comité Permanente por la defensa de los derechos humanos Risaralda, Proceso Social de Garantías del Chocó, Madres por la Vida, Autoridades Indígenas de Colombia, Fuerza de Mujeres Wayuú, Movice Atlántico, Asociación de Campesinos y Comunidades sin Tierra del CesarASOCAMTICE.
Agradecimiento también a las agencias de cooperación que no solamente apoyan nuestro trabajo sino nos alientan y motivan a continuar como Misereor, Pan Para el Mundo de Alemania, Amnistía Internacional, Global Witness y Front Line Defenders.
Un reconocimiento especial a la Real Embajada de Noruega y Diakonia que al igual que nosotros y muchas organizaciones e instituciones que así lo demandan, creen en la importancia de que estos informes lleguen impresos a las manos de muchas personas.