SISTEMA DE INFORMACIÓN SOBRE AGRESIONES CONTRA DEFENSORAS Y DEFENSORES DE DERECHOS HUMANOS EN COLOMBIA SIADDHH
Por fin se firmó la paz. El arranque del 2017 estuvo marcado por la misma tendencia del cierre de 2016: polarización, escepticismo, disminución histórica de la violencia en el marco de la confrontación entre el Estado y las FARC, grupos armados ilegales copando zonas ex FARC y un gobierno acorralado por la corrupción, la oposición de la extrema derecha a los acuerdos de La Habana y una focalización cada vez más marcada de la violencia contra líderes, que parece no detenerse.
Lo que en 2016 parecía una mala premonición, hoy es una delicada realidad: hay un importante incremento de homicidios y ataques contra la vida e integridad física de los defensores y defensoras de los DD.HH. en Colombia. Y no es que esta violencia sea nueva. Como se ha documentado, al menos desde el Programa Somos Defensores, desde hace 10 años los ataques contra los líderes sociales y defensores de derechos humanos han sido una realidad histórica en el marco de la violencia sociopolítica y ahora con el silencio de los fusiles con las FARC, esta violencia se focaliza aún más contra este tipo de activistas.
Por ello, el presente informe pretende lanzar una voz de advertencia a los defensores y defensoras del país, ante la falta de protección política efectiva por parte del Estado, especialmente en zonas rurales, en un ambiente cada vez más polarizado y difícil para la defensa de todo tipo de derechos y los activistas detrás de estas luchas sociales, a pesar del contexto de “paz”. “Agúzate” como lleva por título el presente informe (tomado de la famosa canción homónima de los cantantes de salsa Richie Ray y Bobbie Cruz), es un llamado a la autoprotección entre los defensores y defensoras, a coadyuvar en el cuidado mutuo entre activistas ante una pasiva protección estatal, una nula prevención de estas violencias y un mínimo avance en las investigaciones por estos crímenes por parte de la Fiscalía General de la Nación.
Dado el momento histórico que vive el país y la importancia que tiene para el proceso de paz, el trabajo de los líderes sociales, es necesario avanzar en procesos de autoprotección política y de cuidado mutuo, pues la falta de resultados reales de protección, insistimos, especialmente en áreas rurales, por parte del Gobierno y Estado colombiano para garantizar el ejercicio de defensa de los derechos humanos, es evidente.
Existe mucha información, diagnósticos, iniciativas, mesas de análisis, advertencias de riesgos, tanto de sociedad civil, como Defensoría del Pueblo, y muchos pronunciamientos oficiales sobre los ingentes esfuerzos realizados por el Gobierno Nacional al respecto; sin embargo, los homicidios y atentados contra la vida de estos activistas por la paz, la democracia y los derechos humanos, no paran. Este año ya se contabiliza un incremento del 30% en los homicidios en comparación al mismo periodo de 2016.
“Agúzate” es un llamado a no perder la esperanza de que alcanzar la paz en Colombia es posible (siendo además una apuesta histórica del movimiento de DDHH), pero sin que les cueste la vida a sus activistas. La advertencia también incluye la coyuntura electoral que se avecina, pues en años anteriores se ha evidenciado mayores niveles de violencias territoriales en periodos electivos, y que ojalá, en esta oportunidad, la tendencia desaparezca.
“Agúzate” también es un mensaje vivaz desde el movimiento social y de DDHH colombiano, que si bien sigue en su apoyo a la materialización de los acuerdos de paz con las FARC, y reconoce el impacto del silencio de los fusiles, así como está contribuyendo a los diálogos de paz entre el Gobierno Nacional y el ELN; también se ve afectado por la muerte de tantos líderes sociales en el país. Un mensaje dirigido a las entidades del Gobierno y Estado colombiano para que asuman sin dilación, políticas de fondo, encaminadas a generar las garantías necesarias para el ejercicio del liderazgo social y la defensa de los DDHH. Por ejemplo, darle impulso y fuerza a la Comisión Nacional de Garantías de Seguridad, creada para diseñar la política pública relacionada con el desmonte del paramilitarismo y grupos similares, o a la Fiscalía General para que investigue a profundidad todos los casos, y no sólo los más fáciles.
Este informe, igualmente se hace con el fin de contribuir, de alguna manera, al debate y facilitar elementos de diagnóstico a las instituciones responsables de la política, para las decisiones que deben seguir tomando frente a este fenómeno. En él encontrarán, en primer lugar, un breve perfil de los líderes asesinados(as) entre enero y junio de 2017, como un reconocimiento a su entrega y legado, especialmente a las 7 mujeres que perdieron la vida. Posteriormente, un breve análisis político del contexto al que se enfrentaron estos activistas. En una tercera parte y como siempre, un desglose de las estadísticas sobre agresiones procesadas desde el Sistema de Información.
Agradecemos el apoyo técnico al SIADDHH proporcionado por el CINEP; así como el apoyo de la plataforma de derechos humanos Coordinación Colombia Europa Estados Unidos, CCEEU, al Movimiento de Víctimas de Crímenes de Estado, MOVICE, a Colombia Diversa, a Marcha Patriótica, al Congreso de los Pueblos, a la Cumbre Agraria, Campesina Étnica y Popular y a la Organización Indígena de Colombia, ONIC, por la información que nutre nuestro informe. Especial agradecimiento a la Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos en Colombia – OACNUDH. También reconocimiento especial por el apoyo político y financiero de la Real Embajada de Noruega en Colombia y las agencias de cooperación internacional DIAKONIA, MISEREOR y Terre des Hommes – Schweiz, pues su apoyo fue fundamental para la realización de este Informe.