SISTEMA DE INFORMACIÓN SOBRE AGRESIONES CONTRA DEFENSORAS Y DEFENSORES DE DERECHOS HUMANOS EN COLOMBIA SIADDHH
El primer semestre de 2021 marca un hito sin precedentes en la historia reciente del país, el estallido social vivido durante varias semanas a lo largo y ancho de la geografía colombiana a partir del 28 de abril puso de manifiesto como la conciencia colectiva de un país está en movimiento, avanza y se resiste a aceptar las condiciones de desigualdad, inequidad, exclusión, injusticia e impunidad, que marcan el destino de una buena parte de las y los colombianos.
Resiste como título del presente informe no es un llamado imperativo, sino más bien, el reconocimiento a esa Colombia maltrecha y adolorida que resiste en el día y día con dignidad y una profunda esperanza en el cambio.
Es también el resiste que se expresa en el quehacer de hormiguitas incansables de tantas personas defensoras de derechos humanos en los territorios, que de la mano de sus comunidades y procesos organizativos hacen frente a la pandemia, la reconfiguración de las violencias, la pobreza, las múltiples necesidades de sus comunidades, la estigmatización, la amenaza y hasta a su propio miedo.
En la otra cara de la moneda se sitúan sectores que hacen parte del establecimiento y se resisten (en el sentido de contención) a abrirle paso a esta fuerza y deseos de cambio, contando para ello no solamente con el Gobierno, sino también con buena parte del Congreso y los órganos de control e investigación. Llevando así a la democracia a La Mala Hora que registrábamos en nuestro informe pasado y que continúo alargándose y profundizándose durante el semestre.
Mientras la sociedad se trasforma propulsada por el deseo de cambio, el Estado se deforma con la erosión de sus instituciones, la excesiva violencia ejercida contra los manifestantes durante las protestas, el uso abusivo del derecho y la ausencia de una autoridad moral al interior del mismo que alzara firmemente la voz en defensa de los derechos humanos. Frente al enmudecimiento de las instituciones, afortunadamente la comunidad internacional se hizo sentir a través de múltiples voces.
Resiste es por tanto un informe con un sabor dulce y amargo a la vez. Dulce al constatar ese cambio en la conciencia colectiva que se proyecta en la exigencia de democracia, justicia, equidad y paz para el país y se viste de arte, diversidad y solidaridad. Amargo, al tener que registrar como las agresiones hacia las personas defensoras de derechos humanos continúan en aumento, las garantías para la defensa de los DDHH y el ejercicio de la protesta social brillan por su ausencia, la democracia se desdibuja y la reconfiguración de las dinámicas de violencia en los territorios se fortalece.
Desde esta óptica Resiste como informe semestral se compone de cuatro capítulos:
El primer capítulo titulado Democracia en caída libre hace referencia a lo paradójico que resulta al cumplirse los 30 años de la constitución del 91, estar atravesando un proceso de desconocimiento de sus propósitos, y el socavamiento de la institucionalidad democrática continuó avanzando durante el semestre.
El segundo capítulo titulado Una vida digna, en primera línea, se compone de dos apartados. El primero referido a las razones que motivaron la declaratoria de Paro Nacional a partir del 28 de abril y los rasgos que caracterizaron las protestas vividas. El segundo y, en contraposición al primero, expone los principales elementos de la respuesta estatal a las movilizaciones.
El tercer capítulo denominado Luz en medio de las tinieblas se dedica a, de una parte, reseñar los importantes pronunciamientos de distintos actores de la comunidad internacional por considerarla también una reacción sin precedentes a la historia reciente del país, voces altamente valiosas y que por tanto merecen ser consignadas. De otra parte, contiene una síntesis en torno a las conclusiones y recomendaciones emanadas de la Visita de Trabajo de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y lo equivocado de las argumentaciones gubernamentales dadas como respuesta a las consideraciones planteadas.
El cuarto capítulo presenta la información registrada y verificada durante el semestre en torno a las agresiones perpetradas contra las personas defensoras de derechos humanos por parte del SIADDHH, con un acento especial en aquellas cometidas contra defensores y defensoras en el marco de las jornadas de protesta iniciadas a partir del 28 de abril. En ese sentido el capítulo incorpora como elementos de análisis los datos generales de agresiones durante el semestre y también elementos particulares de análisis en torno a las agresiones cometidas durante las protestas.
Finalmente, queremos expresar en nombre del Programa Somos Defensores y su equipo de trabajo nuestro agradecimiento por todo el apoyo recibido a las organizaciones y personas que nos suministraron valiosos insumos de información para la realización de este informe. Especialmente al Sistema de Alertas Tempranas SAT de la Defensoría del Pueblo, Campaña Defender la Libertad Asunto de Todxs, Temblores ONG (plataforma Grita), Comisión Colombiana de Juristas –CCJ, Oficina en Colombia de la Alta Comisionada, de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, CINEP, Coordinación Colombia-Europa-Estados Unidos, Asociación de Cabildos Indígenas del Norte del Cauca, Territorios por Vida Digna, Comité Cívico por los Derechos Humanos del Meta, Fundación Sumapaz, OBSURDH, Colombia Diversa, Fundación Desarrollo y Paz FUNDEPAZ, Juventud Rebelde y Sisma Mujer.
Igualmente, nuestro agradecimiento al apoyo de agencias de cooperación internacional al trabajo diario del equipo del Programa Somos Defensores que hace posible la publicación de este informe: Misereor, Pan Para el Mundo de Alemania, Amnistía Internacional, Global Witness y Front Line Defenders. Y en particular a Diakonia y la Real Embajada de Noruega en Colombia que siempre han creído en la importancia de que estos informes periódicos lleguen también en formato físico a las manos de muchas personas.